Es complicado… Con los ojos cerrados todo es más fácil. Enchufados a los sueños no existen las reglas, asíque vuelo.
Vuelo a toda velocidad a ras de mar, tocando el agua brillante con la yema de los dedos. Mientras vuelo me torno invisible como un misil fantasma que rompe la barrera del sonido.
Y a lo lejos, un muelle. Una silueta de mujer descansa en el borde, con los pies desnudos colgados y expuestos al abismo.
Acelero, abro los brazos y los retuerzo a su alrededor como un pulpo. Ella no me ve, pero antes de que su cara dibuje pánico, vuelvo a materializarme.
Poco a poco mi silueta se revela a tres palmos del agua, y dejo mi rostro para el final.
Cuando me hago visible, abro los ojos…
DESCONEXIÓN
No hay nadie allí. Tan solo una almohada, un mar de sábanas empapadas en sudor y un adroide.