Hoy con el otoño se me caen las hojas. Como cada año, ojeo
la luz que despide septiembre y pienso. Mi larga melena marrón se marchitó como
caduca. Al cambiar mis sábanas vuelves a aparecer, después de tanto, después de
tantas. La marca de tu rímel barato, insiste en mirarme otra vez, entre las
líneas de mi almohada. Y es que aún con agua y estropajo no es posible borrar
tu mirada. Una ráfaga que arrastra tu aroma gira mi cabeza, a ver si el camino
conduce a Roma. Pero no. Por la puerta asoma el daño del que sigo siendo dueño.
Y aunque ya no me quitas el sueño, suelo ser melancolía del recuerdo de un
corazón, que dejaste en invierno; muerto y enterrado. Y encerrada seguirá la
melodía, de los días donde soñaba volando y te raptaba. Cuando reptaba
cualquier superficie en tu busca, cuando cualquier muro infinito derribaba,
cuando tu boca me susurraba dos palabras. No sé por qué el silencio borró la
tragedia y la memoria se puso un traje de gala. Será la melancolía del otoño,
que te viste de seda. Será esa tela, que te hace más delgada. Como la línea
roja que nos separa, para que todo fluya, para que no colisione. Para que no se
produzca la hecatombe, tumbándome a tu lado. Para que nuestro mundo no desborde
en los costados; tiro los dados, pero siempre la tirada es baja y no avanzo.
Ando con unos zancos rotos. Pinto con rotuladores las paredes con consejos para
otros, pero no los cumplo. Me columpio sólo para saltar al vació, siempre solo,
siempre esquivo. Vacilo si el de al lado está ocupado y no me monto. Paso de
largo al tobogán, donde sólo cabe uno. Monto guardia en mis sueños, no fuera a
ser que te vea aparecer, no fuera a ser, que te cueles otra vez. Y tirito en el
exilio, tratando de tenerme tieso. Detesto detectar, que me he adiestrado solo
en esto. Destilando soledad en compañía, en campaña de auto-flagelarme, de
perderme en mi mismo. Lo asumo. Igual prefiero tragarme el humo
de mi propio
tabaco, que del ajeno. Giro en banda hacia mi bando, bordeando la alambrada.
Alabando las banderas de los otros. Por fin sonriendo.