¿De cuántas lágrimas está formada una sonrisa?
¿Que son unos labios, si no unos párpados de los que emana
baba?
Y sin embargo cientos de miles de siluetas deambulan bajo
tierra y sobre ella. Nadie sonríe. “Quetales” solventados con “bienes”. La
felicidad se tornó vinagre hace lustros. Semblantes oscuros que ascienden
tersos. Rostros negros con líneas en ojos. Se olvidó el aguantar las miradas. Todos
lo hacen. Si miras demasiado eres extraño, enfermo. Ni siquiera son capaces sus
grasientos dedos de tocar papeles. Mirar a los ojos es de sádicos. Se podrían
contagiar de problemas y sentimientos de los otros. Vamos camino de la supresión:
-Oiga caballero, ¡míreselo! Parece que está empezando a
sentir usted algo. No vaya a ser que vaya usted a enamorarse o a tener una
llorera aquí delante de todos. Déjeme que llame a las fuerzas de seguridad anti-sentimientos.
Le pondrán enseguida una inyección deshumanizadora y volverá a ser un zombie
teledirigido. Ya verá como se encuentra usted mucho mejor-
Tengan cuidado, mirar es pecado mortal. Un loco es aquel
desconocido que te habla. Obscenos aquellos que se sientan a tu lado y te
rozan. Maleducado el que fija la mirada. Bicho raro el que escribe cosas en público
en libretas. Tipo raro el que huele de cerca el perfume que llevas…
Ciencias ficciones predicen que las máquinas se levantarán y
prevalecerán sobre la raza humana. Las profecías siempre hay que
interpretarlas. Yo digo que las máquinas seremos nosotros. Ya lo somos. Cada día
un poco más. Y nos estamos dejando ganar.
Pedazos de humanidad se desprenden día a día.
En las calles, el los parques y en las esquinas.
No son lunes ni días malos.
Sólo son los corazones,
que se han quedado olvidados…